La calidad de aire depende de la concentración de contaminantes presentes en el aire, que pueden ser perjudiciales para los organismos vivos. Los estándares de calidad ambiental (ECA) de aire a través del Decreto Supremo N°-003-2017-MINAM establece valores limites que permiten evaluar el riesgo para la salud. Si los concentraciones medidas superan los valores establecidos, significa un riesgo para la salud humana y supervivencia de otros organismos vivos.
La Organización Mundial de la Salud en 2016 informó a través de sus comunicado de prensa que cada año mueren 12,6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente.
Se estima que en 2012 perdieron la vida 12,6 millones de personas por vivir o trabajar en ambientes poco saludables: casi una cuarta parte del total mundial de muertes, según nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos.
Muestreo y cuantificación de NO2, SO2 y O3 por Difusión Pasiva
Para el muestreo de NO2 y SO2 se realiza mediante cartuchos Radiello (RAD 166) alojados en un cuerpo difusor de HDPE microporoso azul (código 120-1) que se monta sobre una placa de soporte de policarbonato (código 120). El cartucho es un cartucho cilíndrico de polietileno microporoso (diámetro 5,9 mm) recubierto con 270 mg de trietanolamina (TEA) capaz de quimisorber NO2 y SO2 como ion nitrito e ion sulfito respectivamente. El ion sulfito se oxida parcialmente a sulfato en el cartucho. Luego, se cuantifica los analitos por cromatografía iónica.
El muestreador Radiello para O3 consta de un cartucho adsorbente (código Supelco 172) formado por un tubo de polietileno microporoso que contiene gel de sílice recubierto con 4,4’dipiridiletileno y cerrado en un extremo, por un tapón de politetrafluoroetileno, PTFE. Tras la exposición durante el muestreo, O3 se difunde a través de la membrana porosa sobre el cartucho donde la ozonólisis catalizada por ácido de 4,4′-dipiridiletileno conduce a la formación de 2,4-piridilaldehído. La presencia de agua atrapada por el gel de sílice asegura la finalización de la reacción de ozonólisis. Para su cuantificacion se lee la absorbancia a 430 nm por Espectrofotometría basado en la ley de Lambert-Beer.